Misión y funciones Consejo de Alta Dirección Pública
El Consejo de Alta Dirección Pública tiene como principal misión regular los procesos de selección de candidatos y candidatas a cargos del Sistema de Alta Dirección Pública o de aquellos que deben seleccionarse con su participación y conducir los concursos destinados a proveer los cargos de las jefaturas superiores de los servicios. En el ejercicio de todas sus funciones debe cautelar los principios de no discriminación, imparcialidad y plena transparencia de los procesos de selección y garantizar la confidencialidad de la información.
Asimismo, está encargado de revisar y aprobar los perfiles profesionales de aquellos cargos directivos que serán provistos a través del Sistema, debiendo resguardar que los perfiles estén formulados de modo de garantizar un proceso de selección competitivo y fundado en las necesidades objetivas del cargo.
Respecto del primer nivel jerárquico -que incluye a las jefaturas de servicios-, es el Consejo quien propone al Presidente o Presidenta de la República una nómina de tres o cuatro postulantes elegidos en el respectivo proceso de selección. En el segundo nivel jerárquico, el Consejo participa de los Comités de Selección, por medio de la designación de uno de sus integrantes o de un profesional experto que actúe en su representación.
En materia de remuneraciones para los nuevos cargos directivos, el Consejo cumple el rol de proponer al Ministro de Hacienda los porcentajes de la Asignación de Alta Dirección Pública.
Adicionalmente, le compete resolver reclamos de postulantes; disponer la contratación de empresas consultoras especializadas en evaluación y selección de personas, y proponer a la Dirección Nacional del Servicio Civil la adopción de medidas o la elaboración de los estudios que estime pertinentes para el mejor funcionamiento del Sistema de Alta Dirección Pública.
El Consejo es responsable de conocer y aprobar las directrices para el diseño e implementación de los planes y programas de inducción, acompañamiento, formación y desarrollo de personas en cargos directivos.
Además, tiene la responsabilidad de aprobar, con el acuerdo de cuatro de sus miembros, la utilización del mecanismo de gestión de candidatas/os, que busca evitar concursos declarados desiertos por no reunirse suficientes postulantes idóneos para conformar nómina, mediante la invitación a integrarse al proceso de selección a quienes hayan ejercido cargos de Alta Dirección Pública o hayan sido nominados en concursos destinados a proveer cargos análogos.
Finalmente, cumple el rol de rendición de cuentas al informar, anualmente, a las Comisiones de Hacienda de ambas cámaras del Congreso Nacional sobre el funcionamiento del Sistema de Alta Dirección Pública.